El Vértigo que produce dar el primer paso

La primera vez que leí el proverbio Zen “Salta y la red aparecerá”, buscaba aliento para crear una nueva realidad en mi vida. Finalizaba el 2014 y yo ya había tomado la decisión de dejar la comodidad de una empresa familiar creada con mucho amor de la que seguramente nunca me iban a despedir y donde sentía que me trataban mucho mejor de lo que merecía. Mi vida familiar era y sigue siendo maravillosa. Tengo una compañera de viaje que me apoya incondicionalmente y dos hijos de gran comprensión que son un regalo de Dios. ¿Qué ocurría entonces dentro de mí? Sencillo: No sentía plenitud a pesar de tener todo lo que el libreto decía que tenía que tener para tenerla. Un vacío intenso se hacía presente frecuentemente pasando del estómago al corazón y de ahí a la cabeza en cuestión de minutos.

Sin analizarlo mucho empecé a “atravesar el desierto” con muy poca preparación pero muy seguro de haber tomado la decisión correcta. Dejé la comodidad de mi empleo, todas mis pertenencias, reuní mi familia y les dije: familia, nos vamos a España porque quiero tomar el Master en Desarrollo Personal y Liderazgo que dirige Borja Vilaseca en la Universidad de Barcelona. Fue así como en cuestión de pocos meses estaba sentado en el salón de clase escuchando la introducción al Master y diseñando un nuevo punto de partida.

En cada una de las etapas de esta experiencia he vivido una emoción que finalmente he podido identificar y dar nombre. Se llama vértigo. Vértigo es esa sensación que te invade de pies a cabeza justo antes de saltar sin ver la red abajo en el precipicio y que te pone el corazón a trabajar a mil por hora.

Viviendo esta experiencia he podido verificar que el héroe no es héroe porque no le ocurran situaciones sino por como las afronta. Y la manera en que podido afrontar esas situaciones y retos es con un par de herramientas que alguna vez le escuché al Dr. Mario Alonso Puig en una de sus conferencias: FE Y ENTUSIASMO. Fe, es tener la certeza de algo, aun sin tener la evidencia de ello y entusiasmo que para los griegos significaba estar inmerso en lo divino, resultó ser justamente lo que yo había perdido en la vida cómoda que llevaba.

Quiero alentar con esta primera colección de palabras a todos aquellos que se encuentren en una situación de crisis a que se atrevan a dar el salto. Muchas veces nos preocupamos mucho por cómo vamos a sobrevivir y parqueamos nuestros sueños olvidando que lo importante es saber desde donde y a donde queremos llegar. El cómo, el cómo se va creando día a día con otra herramienta maravillosa que es la atención. Atención que permite leer las señales que te va presentando el camino valorándolas y así decidir si debemos re direccionar o en algún momento, sin temor, replantear objetivos